En el post de hoy me pienso burlar de todo lo que he tenido que oír en Madrid Fusión. Yo no entiendo de cocina, de creatividad culinaria ni de elaboraciones exquisitas porque para mí, lo máximo en cocina cool in de área, es una hamburguesa de un euro del Mc. Donald’s. Eso es gloria y lo demás son tonterías, sobre todo cuando te la metes de recena. A pesar de ello, y respetando profundamente a todos los profesionales del sector, me he quedado loca con la cantidad de comentarios rollo Leticia Sabater que he tenido que escuchar. A CO JO NAN TE.
No sólo me he muerto de hambre en la feria, en teoría, de comida más importante de nuestro país sino que encima he tenido que tragarme unos speech un tanto guarretes. Si para mí freír un huevo ya es un mundo…cuando me hablan de deconstrucciones de trigo verde en salsa de nabos (literalmente hablando, los nabos se comen ahora también en restaurantes high class)… pues me descojono. Encima, añaden que dicha salsa es «el hilo conductor de éstos elementos, que reforzarán el pan». Sí, van a reforzar el pan y otras cosas que yo me sé. ¡SALSA DE NABOS! pero… ¿cómo que salsa de nabos? ¿Acaso ahora venden semen en bote y con sabor a fresa? y lo más importante… ¿DÓNDE SE COMPRA? Que venga AQUÍ quien compre nabos que juro que me arrodillo ante él. Mañana compro nabos… ¡Qué vivan los nabos hombre ya!
«Ahora procederemos a realizar una elaboración con estética otoñal. Un guiso confitado de enebro (ingrediente) enbodenado en pimentón durante dos semanas, para lograr éstas laminas que vemos a su alrededor. Además, realizaremos el acabado bañándolo con un poco de aire de la sierra a base de un destilado que, posteriormente, se integrará en la parte central del guiso. Ésta es la primera idea que presentamos para aportar un cambio de comida clásica a vanguardista».
Mira Mr. Cook… la primera y la última vez que presentas algo sin vergüenza. Ni sé lo que es enbodenar, ni tengo aire de la sierra en mi casa y mucho menos me pongo a preparar los platos en función de su estética durante dos semanas. ¡Dos semanas! y luego el muy cerdo lo vende caducado en su restaurante con 20 estrellas Michelín a 500 euros el gramo… ¡No somos nadie!
En fin, además he de comentar que todos iban en coma etílico no, lo siguiente. Vino, vino y más vino. Que si Rioja, que si Ribera del Duero, que si pin, que si pan, que si pinpan. Cocinar no sé, ahora beber…bebían como dios. Un cocinero habló de un plato que se elaboraba a partir de semen de ballena del mes de abril. No de Enero, marzo o septiembre. NO, he dicho que de Abril. Están todos mas salidos que Carmen de Mairena.
«Pon tus sentidos a alerta… Coge el nitrógeno y esparce con soplete sobre el licor de Cálamo. Cubre con 3 gotas de sangre de pato con un espray vaporizador y envuelve en la «telilla» (cortar excedentes y marcar). Déjalo secar colgado de una cuerda. Posteriormente, mezcla los 6 trozos de panal de miel (anteriormente congelados) y vierte el aire de miel en porciones de 6 x 6 x 10 cm aprox. Por último, coloca el licor sobre un nido de paja junto con un ramillete de flor de Aliso blanco».
Gracias Mr. Cook. Ya te puedes morir. Te llevaré un ramo de flor de Aliso blanco bañado en aceite de oliva hacendado, con huevos de los chinos, pan de Caprabo, leche pascual y helado Camy. Tú lo que querías decir, pedazo de borracho, es que coja el extintor, lo llene de whisky de Malta, lo cubra con tres gotas de granadina, sople, lo meta en un condón y lo cuelgue del tendedero. Luego, tras hacerme una paja (lo ha dicho él, yo sólo traduzco), coja una avispa, la mate, la corte en 6 partes, vuelva a soplar, la grite «6, 6,10» al oído, la meta en una caja y le ponga una flor blanca en señal de…. paz nenes.