Ante todo quería pedir perdón por haberos hecho creer que había escrito algo cuando no ha sido así… INOOCENTE, INOOCEEENTE. Bueno, en realidad sí había escrito pero se ha publicado antes de tiempo. Me parece una broma buenísima, así que a partir de ahora puede que me marque alguna más.
Últimamente estoy teniendo lo que se denomina como “bloqueos creativos”. No sé de qué escribir, mi blog está en decadencia. Bueno, esto también es mentira. Sé que quiero hablar de ciertas cosas pero a la hora de escribir no me salen las palabras, estoy bloqueada… que alguien me traiga un Gin tonic hombre ya. Un día os la cuelo, me voy a H&M y me planto un book de fotos de esos que ponen las bloggers de verdad… “Que loca tía”.
He decidido seguir el consejo de una amiga mía, que siempre copia en los exámenes, y hablar sobre cómo nos besuqueamos los seres humanos. Ella en concreto quería que hablara de las diferentes formas de liarse que existen en el mundo, pero yo quería más. Puesto que me la suda como se lían los autóctonos de Brasil, he decidido analizar como es el proceso “besucal” de una noche sexy time.
Esto es lo que sucede a las 04: 35 minutos en cualquier discoteca de Madrid, capital de España y olé.
El macho alfa, con copa en mano y con la camisa desabrochada hasta el ombligo, se aproxima a la hembra XG14. Ésta, indefensa, ebria y con el rimmel corrido, no sabe que ha sido elegida por el macho alfa como recena. El acercamiento o “ataquer” consiste en seleccionar a la fémina entre todas las hembras de la discoteca. SIEMPRE se debe escoger a aquella mujer que esté: vomitando, dando tumbos, con la mirada perdida, despeinada, con ganas de guerra y/o bailando de manera descoordinada. NUNCA se debe escoger a una sobria a menos que este como Carmen de Mairena y tenga cara de no haber pillado desde que ganamos el primer mundial.
Tras haber seleccionado la recena, se procede a tener una conversación absurda y sin sentido. Esta conversación la inicia el macho alfa quien directamente, ataca el oído de la pobre hembra. A causa de la aguda embriaguez del hombre, ibérico y peludo, es muy difícil lograr una comunicación fluida entre ambos así que tras varios: “¿Qué?”, “No te oigo”, ¿qué dices? , ¿Que te coma el qué? de la fémina, las feromonas del hombre deciden atacar. Ya no sólo le está hablando casi dentro del conducto auditivo a la pobre victima sino que encima el contacto facial rollo “cachete con cachete” es MÁXIMO. Aquí hay tomate.
Si después de un cuarto de hora, porque señores y señoras aquí el que no corre vuela, la fémina se muestra predispuesta a recenar… se produce un cambio de tono del hombre. Este descenso en el volumen de su inentendible voz implica que el macho se cree que, por no gritarnos, nos está seduciendo. Pobre iluso. Entonces el macho alfa empieza con los susurros al cuello, que no al oído, porque ahora su objetivo es algo así como “cuello bonito ven a mí”. Para él el cuello se convierte en la antesala de la boca y por eso es taaan importante: No neck, no mouth (Para los de la L.O.G.S.E: si no come cuello, no come boca). Todavía sigue habiendo cachete con cachete y los susurros que ahora están entre el cuello y la boca se acercan cada vez más a la mouth. UUUOOOOO SE ACERCA EL MOMENTO NENE.
Así que entre un “eres la chica más guapa que he visto nunca” y un “eres la madre de mis hijos” se produce un ZAS en toda la boca que pilla de cero imprevisto a la tía, la cual lleva esperando media hora a que el idiota del macho ibérico le hiciera suya. ROAR, que bonito es el amor.
Al principio surgen los denominados picos, que no sirven pa ná, luego el pico se convierte en un beso sin lengua, que tampoco sirve pa ná, y poco a poco la lengua entre el macho y la hembra aparece, se crea una conexión entre ellos que dudará como mínimo hasta que cierre la discoteca. En función del ciego y/o apetito “sersuá” de ambos, habrá tres tipos de besos:
– El Torbellino: Aquí tanto la hembra como el macho alfa se convierten en tornillitos: Giran la cabeza continuamente de lado a lado. Izquierda, derecha, left, right, Izquierda, derecha, left , right. Pero que mareo…. Estate quieeeeeto.
– Descoordinación: A veces te toca una hembra que no se complementa con tu mala forma de besar. Cuando tú giras la cabeza ella no, tú vas a un lado ella al otro, tú sacas la lengua, ella la mete, tú la metes y ella te la saca. Que mal ha sonado esto… En fin, acabas con problemas cervicales severos y probablemente tengas que llevar collarín hasta el día en que te mueras. Gracias tigretón.
– “Que me se arrancan la boca”: ¡Que se comen! ¡Que se devoran! Parece que acaban de salir de un entrenamiento militar en Iraq. De verdad que literalmente se comen la boca, los labios sobran, los dientes atacan como si no hubiera mañana, se convierten en Edward Cullen en cuestión de segundos… con lo fácil que es ir a ZJ…
– Tongue’s attack: Aquí es cuando la lengua toma sus propias decisiones y lame todo lo que no tiene que lamer. El dueño de la lengua asesina, hembra o macho alfa, empieza a lamerle la boca al otro como si fuera una vaca pastando. Este tipo de “liadores” merecen la muerte más dolorosa. NO TENEIS PIEDAD.
Y hasta aquí mi post del día. Paz nenes.
CORRECCIONES DE POSTS ANTERIORES
– límites insospechados que no límites insospechables. Vamos que no sospechas de los límites en cuestión.
– Amiguito en vez de amigito. El lenguaje del móvil nos está matando.
– Sinvergüenza junto…que no separado.